domingo, 27 de mayo de 2018

8102

Toda la vida he escuchado que si si miras durante mucho tiempo un abismo, el abismo puede mirar dentro de ti.
¿Pero y si no fuera verdad?
Últimamente he estado pensando que quizás existe un abismo dentro de las personas que las empuja, de alguna manera inconsciente. Que de algún modo todos nacen con cierta parte de oscuridad dentro de si mismos, que independientemente luego se puede hacer mas grande o disminuir, pero que siempre estará ahí dentro. 
Creo que la única diferencia esta en como decidimos enfrentar esa oscuridad. Que hay personas que la entierran en lo mas profundo de si mismos hasta convencerse de que no existe, que hay otras personas que se pasan toda la vida luchando contra ella hasta que consiguen extinguirla de algún modo, que hay personas que no son capaces de encontrar el equilibrio hasta que la oscuridad les devora por completo.
Y luego estoy yo.
Que decidí abrazar mi oscuridad y aceptar que estaba ahí. Creo que ignorarla nunca hubiera sido posible por como soy, me pregunto si en algún punto tal vez pude rechazarla y pretender que no existía y tal vez las cosas hubieran sido distintas, me pregunto si de alguna manera cada golpe me hizo dar un paso mas cerca de ello. Pero la acepte. Y creo que eso es también un regalo. Creo que la gente tiene miedo de la oscuridad porque la asocia con los monstruos, pero yo creo que es en parte un regalo, que te permite ser libre de algún modo, dejar de fingir ser buena todo el tiempo. Creo que te hace mas fuerte, mas lista, mas dura.
A la gente le gusta pensar que la luz puede con todo, que las cosas buenas pueden arreglarlo todo pero no es verdad. Hay cosas que son irreparables y por eso la oscuridad es un regalo, porque te permite seguir viviendo con ello sin dejar que te destrocen.

lunes, 1 de enero de 2018

1 de enero.

Del 2017 he aprendido que el tiempo no cura una puta mierda, 
que lo que cura, es la risa.
Y las locuras, los amigos, la música, las carcajadas que te sacan una lagrima, el no tener motivos para nada y aun así, hacerlo todo.
Aprendo que a veces no hace falta hablar de lo que duele para decir lo mucho que te duele, 
que a veces hay que dejarlo salir, en forma de canción, libro, fotografía, o como mejor te salga.
He aprendido que a veces querer algo con todo lo que tienes  no implica automáticamente que valla a ser tuyo, y que eso tiene que impulsarte a luchar, y no a rendirte. 
Que te van a dar de ostias, y que tu te las vas a dar también, porque así es como funciona.
Me he reafirmado en que el mundo es injusto y esta lleno de dolor, y a veces no hay nada que podamos hacer para cambiar eso, 
pero si para combatirlo.
Que soy mujer, luchadora y fuerte. Y no cualquiera puede serlo. 
He aprendido que no puedes ni debes hacerte a ti misma pequeñita por nadie ni nada.
No dejes nunca que nadie te meta dentro de unas expectativas, 
que te obliguen, te machaquen, y te molden hasta que seas lo que ellos quieren que seas.
Ponte por encima de todo eso aunque sea demoledor, 
porque el corazón que esta destrozado, sigue siendo es igual de valido que cualquiera. 
No volveré a ser lo que la gente quiere que sea.
El 2017 me ha enseñado que hay gente por la que merece la pena partirselo todo, 
personas a quienes tener cerca va a sumar siempre, 
y personas que por mucho que quieras sumar, el resultado siempre va a ser el mismo. 
Y a veces eso no es bueno ni malo: no puedes desahogar el alma con todo el mundo. 
Y aun me quedan mil cosas por aprender y entender. No pasa nada. 
Roma no se construyo en un día, ni en mil doscientos cincuenta y tres.
He tenido miedo, y he sido cobarde; 
he cambiado y crecido, porque a veces es necesario.
Ya no pido deseos, ni creo que los sueños sean para todo el mundo, 
pero estoy aprendiendo de los que son para mi.
Estoy aprendiendo a sentirlo todo y a no dejar que eso me vuelva loca.
Me siento mucho mas mayor, como si estos últimos 3 años me hubieran envejecido por diez, 
quien lo sabe, lo entiende, 
Y al mismo tiempo me siento igual de niñata a veces. 
Siempre habrá un desequilibrio en mi, y tengo que aprender a dejarlo ser y controlarlo al mismo tiempo.
Al 2018 le pido las mismas oportunidades, le pido seguir creciendo, le pido salud porque es lo único importante, le pido risas, le pido que mis amigas cumplan todo lo que quiere y ayudarlas en todo lo posible, le pido lucha y valentía y poder llevar la cabeza alta. 
Y este año por primera vez,  no le pido 365 oportunidades, 
no le pido que se cumplan todos mis sueños, ni mis deseos, ni mis caprichos,
ni le voy a pedir vivirlo todo,
porque de eso, ya me voy a encargar yo. 

viernes, 14 de julio de 2017

%

crecer es darte cuenta de que la vida es impredecible, y constante.
impredecible porque por muchas apuestas que haga,
por mucho que te esfuerces,
por mucho que luches o que lo intentes,
que te partas la cara, la piernas, y cada puto hueso de tu cuerpo,
al final todo depende de la circunstancia que no podemos controlar.
Nada tiene que ver tus sentimientos personales,
por mucho que algo te rompa el alma,
la posibilidad de que no pase siempre esta ahí,
- aunque camines con una venda de positivismo-
Constante porque esto se repetirá en: todo.
Todo lo que sueñes en tu vida,
quieras,
desees,
incluso necesites - y esto ultimo es la mayor putada de todas -
todo pasara por el mismo proceso una y otra vez.
Crecer es asumir las responsabilidades, las consecuencias,
es aceptar esa incertidumbre constate que nos paraliza y nos empuja,
que nos frena o nos da impulso,
que puede hacernos creer que nunca habrá un momento tan feliz como aquel,
o estar toda la vida persiguiéndolo.
Y a veces, contra todo pronostico,
apostando en contra de todas las posibilidades,
a veces ese uno entre un millón,
se cumple.
pero no siempre y no para todo el mundo. 
y esta es la única verdad que por mucho que crezcamos, 
nadie quiere nunca admitir,
porque los pensamientos son solo eso, pensamientos
Pero;
admitir las cosas en voz alta siempre las convierte en una verdad. 


domingo, 14 de mayo de 2017

solía estar construida de torres.

Quiero hablar sobre ello pero no se muy bien que decir.
Tal vez solo me estoy haciendo mayor, tal vez después de recoger todos los pedazos de los sueños que se han roto bajo mis manos, y no encontrarlos ningún sentido, me he cansado de pegar cristales con mi la saliva. Porque estoy continuamente cortándome la boca.
Desconozco el numero de tiritas que quedan dentro de la caja, desconozco cuantas mas van a hacerme falta para tapar quien sabe cuantos agujeros mas.
Empiezo a dudar quien es mas fuerte.
Después de luchar detrás de cada cosa que he querido, de apostar contra todo saltando a un vació sin red, de sujetarme a mi misma las manos con cuerdas para que no lo rompiese por accidente.
Sacrificándolo todo una y otra vez mas para perseguir aquello que realmente soñaba: viendo como se me escapaba de las manos.
Una y otra vez. Poniendo una tirita detrás de cada una.
Al principio eran pequeñas, insignificantes, corrientes. Al principio asumes y sigues porque nadie tiene tanta suerte ni tanta lucha la primera vez. Pero cada vez se va haciendo mas grande, el agujero, cada año que pasa, cada oportunidad, cada vez que ves como la gente lo va consiguiendo pero tu no. Durante años. Manteniendo siempre la alerta, la esperanza en el fondo, porque te dices y te repites después de cada fracaso que rendirse no es una opción.
¿No lo es?
Así la vida continua pasando, y un día te levantas y te das cuenta de que esa pequeña lista de cosas que no han salido bien es cada vez mas grande. Y donde antes ponías una tirita y te decías que algún día lo conseguirás, empiezas a pensar que tal vez no esta echo para ti.
Porque lo difícil, lo realmente demoledor:
es darte cuenta de que los sueños no son para todo el mundo.
Nunca pensé que luchar por aquello que quiero me haría sentir tan destrozada como rendirme. 
Y de que existe una posibilidad de que no sean para ti.
Tal vez estoy haciéndome mayor, tal vez se me han amontonado un montón de sentimientos dentro de un agujero que parece hacerse mas grande cada vez. Tal vez solo estoy cansada de tener la sensación de haber perdido. Puede que todo esto solo sea la irremediable consecución de un destino que se veía venir de lejos porque nunca me he sentido ni he sido la clase de chica capaz de hacer lograr que llueva en agosto.
Después de la lucha, y de tener que recoger los pedazos, de las tiritas, de volver a empezar dentro de la mima historia, después de las risas y las lagrimas, de las listas de deseos, y de los deseos susurrados a estrellas fugaces y velas de cumpleaños:
Crecer es tan solo aceptar la posibilidad de que exista un no.
¿Cual es el siguiente paso?

martes, 11 de abril de 2017

pero, porque lo hiciste.

No te he perdonado,
porque escupiste a tu reflejo sabiendo que eso me iba a salpicar. porque aguantaste la respiración mientras te ahogabas solo para no hacer ruido. porque rompiste todos y cada unos de nuestros planes. No te he perdonado porque te estuviste quieta mientras te machacaban, porque vomitaste y comiste y te cortaste y bebiste solo para olvidarte de algo mientras me olvidabas a mi. No te he perdonado porque te rendiste conmigo, porque no me contaste la verdad, porque nos destruiste.
No te he perdonado  porque dejaste que todo el mundo te tratase como la mierda mientras lo justificabas tratándome a mi aun peor. Porque justificaste su abandono, y me denigraste a un cuerpo lleno de heridas. Porque has dejado que te follen sin aprender a hacerte el amor primero. Y aun sabiendo que te mentían, miraste hacia otro lado y pusiste mi otra mejilla. No te he perdonado porque intentaste acabar con nosotras, porque te hiciste un monstruo y en vez de alejar a los fantasmas jugabas con ellos, porque dejaste que los monstruos de debajo de la cama nos acariciasen mientras dormíamos. No te he perdonado porque gritaste cuando no debías, porque te mantuviste callada mientras nos escurríamos por el borde del abismo. Pero sobretodo, sobre todas las cosas, no te he perdonado porque merecíamos mas, y te conformaste con la mediocridad de un amor toxico, de amigas que no lo eran, de personas que nunca dieron la cara por nosotras, y mientras tu te dejabas la vida por los demás. No te he perdonado porque debiste haber luchado, sentido, pedido ayuda.
Pero me dejaste cargar con todo esto en silencio, y no te perdono. Porque si estamos vivas es porque yo nos recompuse de la nada, porque te levante de la mierda. Deberías haber luchado conmigo. Porque nunca olvidare que rompiste todos los cristales con nuestras manos y nos dejaste sangrando.
Porque nunca me pediste perdón, porque me hiciste la vida una continua cuesta hacia arriba. Y porque no existen palabras en el mundo posibles para hacerle a nadie comprender lo difícil que es luchar cuando todo dentro de uno mismo esta peleando para abandonarse. 

jueves, 30 de marzo de 2017

latitud 45.23

me tuviste a tus pies. 
y yo tarde años en darme cuenta que es lo mas lejos que se puede tener a alguien.
y me tenias.
durante todos estos años deje que me sujetaras las costuras, que me abrieras las cicatrices cuando te parecía que debía sangrar, deje que me llamaras puta, que me trataras como tal y que vinieras todas las noches a mi cama a que te consolase.
me tenias atada de manos y piernas.
y yo me deje.
como una estúpida que se aferra a los cristales en el suelo.
porque tu eras todo lo que yo había querido. me encontraste rota en un agujero y me sacaste de el, pusiste toallas limpias en mis heridas y me viste preciosa, joven, especial. 
como iba a saber yo que me terminarías destrozando por completo.
cogiste todo lo que yo era, mis virtudes, mis miedos, mis sueños, mis esperanzas, mis inseguridades, y las rompiste todas una a una delante de mis ojos mientras yo me quedaba quieta. 
tu me convenciste.
de que no era lo bastante buena, de que no era lo bastante lista, ni lo bastante delgada, guapa, o especial. que solo era un montón de mierda. 
absurda y vacía, me llamaste. 
me dijiste que era un monstruo.
que estaría mejor muerta, que no merecía nada, que era peor que los terroristas, que convertía en veneno todo lo que tocaba.
dijiste que era una asesina.
pero tu me mataste. mataste todo lo que yo tenia y me lo quitaste de las manos incluso cuando lo agarraba con tanta fuerza que me las tuviste que arrancar. 
diste mil portazos hasta que rompiste el marco de la puerta, de la casa, de todo.
y ni si quiera te dabas cuenta.
de que había momentos en los que deseaba morirme solo para no tener que soportar un día mas el peso de toda nuestra historia sobre mis hombros. para que todo terminase. 
que intentaste arrastrarme hacia el vacío contigo, 
y que casi lo consigues. 
solía creer que no había nada peor que te rompieran el corazón.
pero tu destrozaste mi alma.
lo único que quiero decirte es
espero que valiera la pena, que el consuelo que no supiste encontrar mientras te amaba lo encontrases en el odio, que vivas tu vida en algún muy lejos pensando que eres una buena persona, y que no pasa nada, espero que consigas ponerte bien, que encuentres la paz que me robaste. 
y que un día te levantes y te acuerdes de lo que me hiciste.
y entonces, me eches tanto de menos que no puedas decirlo en voz alta.
te deseo todo el sufrimiento que me causaste porque he perdido la habilidad de perdonarte después de perdonarte lo imperdonable.
pero ya no eres importante. 
porque conseguí romper todas las cuerdas,y arrastre mi cuerpo y mi alma destrozada, follada, reventada, partida, sobrealimentada, ahogada y estúpida llena de preguntas hacia un lugar muy lejos.
aprendí todo de nuevo.
luche por mi y luche por salir del agujero en el que me metiste.
y aun estoy inestable, 
confusa, herida, insegura, enfadada, a veces triste.
pero me estoy recomponiendo pieza a pieza. 
y no me rendí.

lunes, 27 de marzo de 2017

¿te imaginas sentir que eres importante?
sentir que no eres un producto defectuoso,
un "cachibache", la ultima pieza de un puzzle
que se soluciona sin ti; como cuando alguien
sabe que se esta olvidando de algo pero
nunca se acuerda muy bien de que se olvida.
parece que si no estas continuamente
haciendo ruido, es que no existes.
y demasiado ruido hace que nos duela la cabeza. 
como esa camiseta, revista,
fotografía olvidado en una pared.
que de vez en cuando la miras.
pero nunca te paras a observar.